Era una tarde de agosto, estabas desnuda y dormida en la cama, la sabana solo cubria una pierna tuya, boca arriba en posición quieta, solo se veia tu pecho moverse mientras respirabas, con tus cabellos esparcidos por la almohada y tu cabeza vuelta hacia el lado contrario al que yo me encontraba.
Habia estado trasteando en la cocina, preparando unos canapes para la hora de cenar y los acababa de dejar en la nevera, junto a una botella de cava, entre en la habitacion y te vi dormida, las aureolas de tus pechos de un color rosado destacaban en la blancura de tus senos, y el vello pubico que coronaba tu sexo, delicadamente recortado parecia una flecha indicadora del lugar que mas deseaba.
Sonrei mientras te miraba, y volvi a la cocina, abri la nevera y cogi el bote de nata montada que habia en uno de los estantes, me sentia travieso, picaro y con ganas de jugar, y con el en la mano agitandolo y destapandolo a continuacion me diriji a la habitacion nuevamente.
Me desnude, y me coloque a tu lado, mi miembro ya estaba erecto y se iba endureciendo cada vez mas solo con la contemplación de tu cuerpo, cogi el spry y deposite un poco de nata sobre uno de tus pezones, el sonido del spray, la frialdad de la nata te despertaron y un pequeño gemido se escapó de tu garganta, diciendo, esta fria!!!! mmmmmm pero no me detuve, lleve mi lengua a tu pezón para lamerlo, notando como se habia puesto durito al contacto de la nata fresca, y como el otro se erguia tambien al sentir mi lengua lamiendo y saboreando la nata sobre tu piel.
fui dejando con el spray pequeños monticulos de nata sobre tu vientre y sobre tu clitoris, y de la misma manera los fui recogiendo con mi boca, dejando un rastro humedo sobre tu piel conforme iba descendiendo, y tu jadeabas mientras separabas mas tus piernas, deseando sentir esas caricias, esos placeres mas intensamente, al llegar al clitoris la lengua se convirtio en un ser con vida propia, que azotaba tu perla con un ritmo frenetico, lo mordisqueaba y me trabaja la nata que se fundia y esparcia entre tus labios, mientras toda mi boca lo iba lameteando y provocando espasmos de placer hasta que me concentre en tu vagina, penetrandola con mi lengua una y otra vez y saboreando tus jugos sabrosos y ligeramente salados.
Segui lamiendo tu coñito, hasta que tus manos apretaron mi cabeza con fuerza contra el, y levantabas tu culito hacia arriba para recibir el orgasmo que te hizo gritar con fuerza mi nombre hasta quedarte de nuevo relajada y en ese momento, abriste los ojos de nuevo, diciendome - Eres malo... - y te incorporaste mirando fijamente mi miembro erecto, con las venas dibujandose en toda su extensión y arrebatandome el bote de spray de la mano, dijiste - Yo tambien tengo hambre - Una sonrisa picara ilumino tu cara, y tomando mi polla entre tus manos depositaste un poco de la fria nata sobre mi glande y te fuiste acercando lentamente hacia el, con la boca abierta, golosamente hambrienta de mi...
No hay comentarios:
Publicar un comentario