A diferencia del resto de los animales
El hombre aprendió a disfrutar del sexo
no solo con la intención de reproducirse
sino tambien por puro placer

A lo largo de los siglos, ese deseo se ha refinado
hasta el punto de que se podría decir
que sin sexo, no podriamos vivir
Aqui encontraras todo lo que puedes ser
todo lo que eres, aunque aun no lo sepas
y te convenceras que el sexo, forma parte de ti

miércoles, octubre 24, 2007

La Historia de Beva (Capitulo IV)

El finde de Beva estaba siendo relajado, contrariamente a los ultimos dias en que su vida habia sido un poco desordenada, se habia propuesto relajarse, y ponerse al dia de lo que pasaba en el mundo, los telefonos apagados la libraban de llamadas inoportunas, e incluso se habia puesto a cocinar, cosa que ultimamente no habia hecho y eso la agradaba, se sentia genial.
Se habia estado preguntando, que estaba haciendo con su vida, porque todo lo que hacia, la llevaba a caminos sorprendntes, por dejarse llevar, por su parte mas oscura, y eso, lo tenia que arreglar.

Despues de un sabado de recogiemiento, leyendo los periodicos de toda la semana, y hojeando libros en su habitacion, encontro uno que la sorprendió, El Tantra y el Sexo, unos segundos hojeandolo, la sumieron en un estupor, pero tambien la llevaron a decir en voz alta, ya era hora, si señor.
Frases sueltas, leidas al azar, la mujer es la diosa, el hombre la alimenta, la eyaculacion interior, el orgasmo mas largo del mundo, cada una por separado, llenas de sugestión, y esta mañana habia estado leyendo un capitulo, que la subyugó, leia y leia y no podia parar, pero al acabar el capitulo, marcando el punto, para continuar, lo dejo hacia un lado y se fue a su habitacion.

Por el camino, se despojó de la minibata, que cubria su cuerpo, dejandolo tirado en medio del pasillo y buscando las varitas de incienso que compro en estambul, las encontró enseguida, y encendió una de ellas, con una sonrisa de satisfaccion, luego fue al equipo de musica y lo encendió, el bolero de ravel, a un nivel casi minimo, se fue desgranando por la habitacion, y tirandose en la cama, tomo el antifaz que guardaba bajo la almohada, cubriendo sus ojos y pensando en lo que iba a hacer, con cierto reparo, no creia conseguir, que lo que habia leido fuera a suceder, pero no por ello iba a dejar de intentarlo.

Extendiendo sus brazos y separando las piernas, totalmente desnuda sobre sabanas de seda, sin ver nada, sintiendo las notas del bolero, y oliendo a incienso quemado, se relajó.

Empezó a respirar de forma pausada, inspiraciones largas y a un ritmo contante, concentrandose en sentir los latidos de su corazon, tras unos minutos, logró sentir otro ritmo, que en el interior de su cuerpo, era el inicio de su camino, concentrada en si misma, seguia el latido, recorriendo sus miembros, los brazos, las piernas, en una sensacion, que la llenaba de calma, y no podia creer, cuan inconsciente habia sido, y como era posible, que la diera placer.
Un calor excitante emanaba su cuerpo, y viajaba con su sangre, en un circuito desconocido, pero no sentia su sexo, ni sus pezones tampoco, y empezaba a impacientarse (comprometiendo su concentracion) y cuando ya es exasperaba, pensando que no lo iba a lograr, una contraccion de su vagina, la sorprendio, por lo inesperada, pero alli estaba, y se repetia, podia sentir, la sangre que hinchaba sus labios, y su clitoris, la vagina moviendose, a un ritmo constante, el mismo que marcaba su corazon, y sus pechos hinchados, tambien, notaba sus pezones, levantandose desafiantes, ante la nada mas oscura, pero se sentia vibrar..
Mantuvo su concentracion en su cuerpo, y en lo que empezaba a sentir, como lubricaba su sexo, como la ponia a mil, la extrañeza, el placer, desconocido hasta entonces, sabiendo que estaba sola, y no habia nadie alli, las terminales nerviosas, de su piel, de todo su cuerpo, enviaban al cerebro, sensaciones de placer, desde el codo, hasta los pies, todos sus dedos, decian a gritos, eres mujer.
El calor de su vagina cada vez mas intenso, el flujo que emanaba, llegaba a su olfato, mezclado con el incienso, y sentia que flotaba en un mar tan salado como el muerto.
Agujas placenteras llevaban su vagina, dedos imaginarios masturbaban su clitoris y la penetraban en fantasmal silencio, temblaba y transpiraba entre las notas del bolero, que flotaban en el ambiente, casi las podia ver.
Con sus ojos cubiertos, negrura infinita, veia su cuerpo, sin poderlo ver, sentia algo dentro, tan dentro que parecia imposible, sentir aquel enorme placer.
y de repente, sin esperarlo, una oleada de flujo, inundó su vagina, que no paraba de contraerse, sacudiendo su cuerpo, de los pies al cerebro, en una descarga de enorme placer, que no se diluia, sino que se mantenia, elevandola hasta el cielo, flotaba y volaba sin poderse mover, el orgasmo, inmenso, la dejo perpleja, agotada, en silencio, sin poderlo creer..

Finalmente, dandose la vuelta, fue consciente de mil sensaciones, que no lograba entender, como era posible, que ella, a solas, sin usar sus manos, sin ayuda de nadie, hubiera sentido, de manera tan intensa, el placer mas enorme, no lo podia creer, pero asi habia sido, y retirando el antifaz, la luz, que era tenue, la hizo parpadear, la musica habia acabado muchos minutos antes, la varita de incienso se acababa tambien, y en la cama, una mancha, su flujo vertido, mostraba la prueba, de que habia sido verdad.

Con una sonrisa, que se dibujo facilmente, en su rostro turbado, de felicidad, se fue a la ducha, estaba empapada, por dentro y por fuera, pero se sentia genial.

y su mente volaba, el domingo era largo, quedaba la tarde, y lo volveria a probar...

1 comentario:

drusbi dijo...

el bolero de ravel, qué apropiado... me lo apunto!

 
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